viernes, junio 09, 2006

Sexo en Pyongyang

Hace unos días, leyendo el periódico que habitualmente leo que es el Córdoba me encuentro con una entrevista a el embajador de Venezuela aquí en España, y leo semejante perla:

--¿En qué situación económica se encuentra Venezuela en este momento?

--Muy buena. Las cifras oficiales indican que estamos logrando cotas de desarrollo sostenido que no habíamos alcanzado nunca hasta ahora. Después de las crisis del 2001 (huelgas patronales), 2002 (golpe de estado y ola de violencia) y 2003 (huelga petrolera), vivimos un año, el 2006, con cifras de crecimiento de hasta un 7%.

--La nacionalización del petróleo ha contribuido a ello, supongo...

--Sí, es innegable, aunque el sector petrolero no es el que más está creciendo. A la cabeza están otros como la construcción, las telecomunicaciones o los servicios.

http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=253305

De verdad, estoy harto de la hipocresía que se respira en mi ciudad. Me siento sucio, como si viviese en un país del Eje del Mal o algo así. Como estas hay un montón, hace poco hubo un escándalo en el ayuntamiento porque supuestamente éste (gobernado por los siglos de los siglos por IU+PSOE aunque algunas las haya ganado el PP en nº de escaños) había pagado vuelos a Venezuela para las fiestas antiglobalización. Hay muchas cosas de solidaridad con Cuba (que no me parece mal la solidaridad en sí, pero que no veo ninguna crítica a Castro, sino mas bien todo lo contrario, en un ensalzamiento continuo al Che y la Revolución).

Estoy harto que todo lo que sea comunismo, Castro y Revolución sea chupimegaguay, cuando no saben de la misa a la media. Que yo tampoco es que lo sepa, pero tengo un amigo que sí ha estado viviendo en Cuba, y me ha contado todo lo que allí pasa, (y ojo, no es de los que le interese mucho la política) es el único que puede hablar objetivamente de allí. Y me cuenta que de libertad de expresión por supuesto ni hablar, que se vive con miedo, que la sanidad es un porquería, que las cucarachas campan a sus anchas por los hospitales y demás lindezas...

En fin, tendríais que ver los artículos de la tal Arjona esa. Es como una progre feminista, de estas que parece que si te metes con los hombres hace gracia. La tía se debe creer que vive en Sexo en Nueva York y que ella es mu moderna por ser tan progre y por alabar las lindezas de Chavez y demás; aunque yo creo que le iría más el : "Sexo en Pyongyang".

Ah! y cerrajero, si te pasas por aquí eso está hecho!

domingo, mayo 07, 2006

El peguito de las cadenas.

Vitio, del Club Liberal, me hace estas preguntas:

1.- ¿Por qué creaste o ingresaste en tu blog?
Principalmente por algunos conocidos que la tenían, y porque creo necesario difundir la ideología liberal, sobre todo por España, a ver si el día de mañana tenemos a quien votar.
2.- ¿Cuantas bitácoras lees al día a parte de la tuya?
En torno a 5, Patria y Libertad, El Club de Vitio y Otro ladrillo en el Muro entre otras
3.- ¿Sabes lo que es un lector de RSS? Si es afirmativo, ¿cuál usas?
He oído hablar de él pero no sé ni en que consiste.
4.- ¿Has baneado alguna vez a gente de los comentarios?
Nunca. Y no lo haría jamás por ideología, sino por lo que se comentase estuviese fuera de lugar.
5.- ¿Cuál es el beneficio y cuál el perjuicio que ocasiona este mundo de los blogs?
El beneficio es poder desahogarte y escribir tu opinión sobre las cosas, además de la satisfacción de que otros te lean y que te apoyen en su caso. Bueno, negativo no veo nada, ya que es todo es voluntario. Ni se obliga ni se hace daño a nadie.

No sé si hay que seguir la cadena, de todas maneras paso, no me gusta dar la brasa con estas cosas.

lunes, mayo 01, 2006

La otra cara de la moneda

Hoy voy a opinar sobre "los otros", es decir, sobre los antiliberales, aquellos que defienden el intervencionismo y sus argumentos. Resulta que me han encargado hacer un trabajo para la facultad, en el que tengo que dar argumentos en contra de la privatización de las empresas; buscar información a través de internet me hizo sumergirme en páginas como las del PSOE, PCE, UGT, CCOO; pero sobre todo, rebelión.org; llena de artículos en contra de lo privado y alabando sistemas económicos como el cubano. Leyéndo estos artículos, muchos liberales podríamos pensar (y de hecho así fue en mi caso): "ojalá esto que dicen estuviera pasando ya", y es que uno ve derrotismo en sus opiniones, como si la tendencia inevitable fuese la creación de un ente mundial de comercio libre, con todo privatizado. Se ven a sí mismos como una especie de prisioneros o esclavos que no tienen posibilidad de escapar a una conspiración, no judeo-masónica como dijera el otro, sino a una conspiración de los políticos y el capital unidos para dirigirnos y decirnos lo que tenemos que pensar. Y bueno, en realidad en esto último no nos diferenciamos tanto. Conocemos bien el problema, pero sin duda con visiones diferentes de como solucionarlo. Ellos ven el problema como nuestra solución, ya que no distinguen entre el "status quo" actual y el verdadero liberalismo, creen que ya estamos en esa fase neo-liberal que acabará con toda la civilización, cuando precisamente es la falta de éste la que crea los problemas. Y les culpo sólo en parte, pues quien no se ha informado bien, no es difícil que caiga en el error. Un ejemplo: toman a Pinochet, por ejemplo, por el paradigma de lo que todo liberal aspira a que se haga. Sin embargo, Pinochet utilizó su poder absoluto y la falta de estado de Derecho para vender empresas públicas muy por debajo de su valor (en pago al apoyo de EEUU) para enriquecerse a sí mismo y sus amiguitos. Y eso de liberal no tiene absolutamente nada. Muchos países africanos también han liberalizado servicios públicos de la manera más vil y corrupta debido a lo mismo; la falta de estado de derecho y la corrupción por bandera. Por último, hay algo que también los confunde; y es que creen que el liberalismo es un cuento para favorecer sólo a los ricos. Bueno, a esto tengo que decir que existen muchos "falsos liberales" que lo dicen ser porque les conviene, empresarios en su mayoría. y es muy cierto que le hacen un flaco favor a la ideología. Pero el liberalismo sobre todo trata de que no haya privilegiados, ni por un lado, ni por el otro, por lo tanto mal se pueden llamar liberales a estos personajes de los que hablo. No creo que ninguno de ellos aceptase el librecambio o romper el oligopolio en el mercado de la energía ya que les perjudicaría, y es por ello que "usan" al gobierno en su propio beneficio. Igual pasa con los trabajadores. El liberalismo lucha porque esto no pase, ni por un lado, ni por el otro. Y si no fuera así, ¿como se explica que la mayoría de defensores del liberalismo no sean emporesarios multimillonarios sino que en su origen casi siempre aparecen familias humildes? ¿cómo podría Milton Friedman defender una ideología que fuese en contra de sí mismo, un inmigrante húngaro, y su pobre madre que empezó como costurera por un sueldo miserable en los EEUU?

jueves, abril 20, 2006

Gibraltar: Un lugar más libre.

Esta Semana Santa he tenido la oportunidad de visitar un lugar que desde mucho tiempo tenía ganas: Gibraltar. Y no sólo por el hecho de que es una curiosidad histórica como todos ustedes saben, sino porque es un enclave en el que, al igual que Hong Kong y otros tantos; las fuerzas del mercado operan más libremente. Y eso se nota. La Línea no pasa de ser un pueblo más de España, pero cruzando la frontera, la cosa cambia drásticamente en menos de 500 metros. En apenas 6'5 Km2 hay un aeropuerto, un polígono industrial y 2 bases militares. Eso sin contar con la zona comercial digna de ver, calles peatonales maravillosas, con un lustre muy característico y un mobiliario urbano acorde al estilo colonial que se respira en la Roca. No hay impuestos indirectos, sólo un impuesto mínimo sobre la renta y casi ninguna restricción al libre mercado. Y eso se nota; el 90% de toda su actividad es privada, y sin embargo, a nadie le falta de nada: aparte de la multitud de coches lujosos que se ven, no vi ninguna "carraca" (y el parque automovilístico de un lugar es un indicador importante de su desarrollo). Todo está montado de manera espontánea sin que se meta la administración. Eso se ve en los taxis que te llevan a lo alto del Peñón. Incluso el conductor nos dijo que en Gibraltar no está penado el no usar el cinturón de seguridad (cosa que yo detesto usar) y, por simple que fuera el detallito, me hizo sentir más seguro, más tranquilo, más libre en definitva, que cuando en España me lo tengo que poner por miedo a "la autoridad".Otro detalle que observé y que me produjo una grata sensación es que cuando paseas por el cementerio de los caídos en Trafalgar, por ejemplo, ves cartelitos como: "Este banco fue donado por los señores tal al pueblo de Gibraltar", o en Casemate, por ejemplo; muchos de los edificios públicos son cedidos o donados por las familias adineradas, de buen grado, sin coerción. Esto refuerza una vez más la teoría de que el sentimiento altruista de la gente se incrementa a medida que están menos sometidos a impuestos o a regulaciones absurdas y que serían suficientes (o casi) para absorber a aquellos pobres que de verdad necesitasen ese gesto bonadoso. Es una costumbre anglosajona y de ahí les viene, no lo voy a negar, pero no olvidemos que son la cuna del liberalismo y que por algo es ahí donde comenzó ese costumbre. En fin, que aunque me escueza; Mi enhorabuena a los Gibraltareños y que God save the Queen y esas cosas que se dicen.

viernes, abril 07, 2006

"Yo soy muy socialista, hasta que me tocan el bolsillo"

Seguro que han oído esta frase más de una vez. Es una crítica a los socialistas, socialdemocrátas y demás, y en el fondo, es una gran verdad. Se nos acusa a los liberales de ser unos desalmados, de ser egoístas, de insolidarios. Pero la realidad es que si a cualquier persona le ofreces la oportunidad de pagar o no pagar sus impuestos, ya sabemos todos que elegirá. Todos se hacen los solidarios sí, pero con el dinero de los demás, cuando le tocan el suyo se enfadan. ¿Qué pensarán todos estos socialdemócratas de una subida de impuestos? lo mismo que los liberales. A la hora de la verdad, todos actuamos instintivamente casi iguales, los liberales sólo afrontamos esa realidad y luchamos por una sociedad que se rija por esos valores.
En el fondo, todos somos liberales. ¿Hay alguien a quién le gusten los impuestos?(hasta el PSOE los baja). Si todos pudiéramos, ¿no mandaríamos a nuestros hijos a colegios de pago? (Donde se demuestra que los resultados académicos son mejores, de hecho, el nº de solicitudes a colegios concertados aumenta exponencialmente); ¿no nos estamos quejando constantemente de las colas en el servicio sanitario?¿y si hablamos de la diferencia de calidad entre uno público y uno privado? (Gente que conozco se ha cambiado y dice que notan las diferencias).
Viendo todo esto, no entiendo como la gente se sigue rasgando las vestiduras por los pobres, diciendo que con sus impuestos ayuda a los demás, o tirándose de los pelos si oye "sanidad privada". Será que está de moda.

viernes, marzo 31, 2006

Cada uno tiene lo que se merece

¿Es eso cierto? yo al menos, espero y lucho porque así sea. Así pensaban judíos, protestantes y liberales (que fueron los que principalmente fundaron EEUU y así les ha ido) y es, sin duda, uno de los puntos de partida de la ideología liberal.
Por contra, en España y en casi el resto del mundo no anglosajón ni perteneciente a estos últimos grupos anteriormente mencionados ven las cosas de distinta manera. Se observa muy bien en el carácter de sus gentes. Como ejemplo, para que se me entienda, y a riesgo de parecer burdo, pondré como ejemplo a Santi Clima del programa Buenafuente. Para quien no lo sepa éste es una especie de actor fracasado al que nada le sale bien, entonces Buenafuente amenaza con despedirlo y la gente abuchea a Buenafuente y anima a Santi Clima (aunque todo sea una parodia, nos da una idea de la actitud de las personas). Un liberal, un protestante o un hebreo aplaudirían sin embargo a Buenafuente. Les parece que hacer lo contrario es llevarle la contraria a la misma ley de la naturaleza, que gane el mejor. Mientras que unos animan y siguen confiando en el fracasado, otros lo hacen por el que toma la decisión más acertada, sin mirar al corazón sino puramente a la razón.
Esta es una de las claves, pienso yo, del éxito de estos pueblos. Su absoluta racionalidad. En la manera de que si quieren ayudar a alguien lo hagan por voluntad propia y no se amparen en el Estado que supone implicar también a los demás. Aquí es justo al contrario, los defensores del Estado de Bienestar dicen que así ayudan a los demás y que por eso dan impuestos con gusto. Sin embargo, si se le quitasen los impuestos y esa misma cuantía se destinase a pagarle la carrera a su vecino (como muchas veces pasa) pondría el grito en el cielo. Dicen que hay que ayudar, que ser solidarios, pero siempre implicando a los demás, especialmente a los ricos, porque si no el sistema sería "insostenible". No le dejan a uno la posibilidad de elegir, hay que ser solidario porque sí, porque todos lo son y no porque a mi me de la gana de serlo.
En fin, en este mundo de incoherencias entra por supuesto la crítica a la televisión y a la clase política, que, en el fondo, tienen la culpa una vez más la actitud de los pueblos. Muchas veces oímos quejarnos de la porquería de televisión que hay, pero esta "porquería" no está hay sino porque nosotros mismos la vemos. Las televisiones (en su mayoría) dependen de la publicidad, difícilmente un programa se mantednría en parrilla si nadie lo viese; por tanto, sería facilísimo acabar con el Tomate, Gran Hermano, etc. Si la gente lo ve que luego no se queje.
Con los políticos pasa tres cuartos de lo mismo. Cada sociedad tiene la clase política que se merece. Rajamos cada dos por tres de los políticos pero es lo único que hacemos. No nos interesa la política, estamos hastiados, yo de política no entiendo, no me interesa, etc. Si nos organizáramos y les exigiesemos con seriedad las cosas iban a cambiar mucho. En definitiva, nos quejamos pero de vicio, en realidad no esperamos que las cosas vayan a cambiar. Esa es exactamente la actitud que explica por que hay países más ricos y evolucionados que otros y por que estos fundadores de los EEUU llevan, en definitiva, razón: que cada uno (extensible a cada pueblo) tiene lo que se merece.

miércoles, marzo 29, 2006

El marzo francés o la inmadurez de los pueblos.

De un tiempo a esta parte estamos viendo diariamente una situación de violencia creciente en Francia, lo que se ha llegado a denominar el "marzo francés". Es curioso, pero parece que la historia vuelva a repetirse.
La juventud estudiantil, vuelve a revelarse y a exigir "sus derechos". ¿Sus derechos? ¿en base a qué? Ellos piden que se derogue un contrato de trabajo basura y luchan por mantener sus privilegios. Justo por eliminar la palabra "privilegio" se armó la que se armó allí mismo un 14 de Julio, ¿No quedamos en que los privilegios ya quedaron abolidos en 1789? ¿que hacen entonces? ¿porqué rompen escaparates? ¿que culpa tienen de todo esto los comerciantes?
Ahora son ellos los privilegiados, y por supuesto piensan seguir quemando todos los coches posibles para mantenerlos. No se dan cuenta que los que de verdad tendrían que estar desafiando al estado son las personas que pidan libertad de contratación. Nadie debe permitir que se metan en los negocios que yo tenga con un señor o señora de mutuo acuerdo. ¿Quién es el Estado para decirme a mí cuánto o como debo pagar a alguien que trabaja para mí? eso será cosa mía y de mi empleado. Es como si el Estado me obligase a no usar mi coche los primeros jueves de cada mes, igual de absurdo; nadie tiene derecho a decidir sobre l oque es mío, salvo que lo haga con un contrato y de mutuo acuerdo. Para eso si debería estar justificado un desafío al Estado. Pero nadie lo hace, nos hemos apoltronado en la comodidad, preferimos tranquilidad a autosuficiencia, conformidad frente a libertad. Son los priviliegiados los que salen a las calles, y se creen unos explotados; quizás es que no se acuerdan de cuando sus padres o sus abuelos buscaron trabajo, que lo tuvieron mucho peor; ellos ya lo quieren todo hechito.
Para colmo de males, está que no se dan cuenta de que si no se flexibiliza el mercado laboral debido a la fuerte competencia exterior pronto no quedará nadie en Francia con trabajo, es o eso, o nada. Una de las causas del malestar y la decadencia de la sociedad francesa en estos últimos años es precisamente que nadie tiene trabajo. Y eso no se soluciona intentando derogar esa reforma laboral, sino todo lo contrario. Villepin lo sabe y hace lo posible para remediarlo, pero con gente que no ve más allá de sus narices poco se puede hacer. Y les llaman héroes.