Bueno, ya estamos otra vez por aquí, en un enésimo intento de mantener el blog activo (la verdad es que parece que fue ayer cuando escribí la última entrada y ha pasado un año y unos cuantos meses).
Venga, al grano.
Un viejo amigo mío, socialdemócrata por más señas, me preguntaba el otro día mi opinión acerca del fenómenos Podemos (o Pablemos, como dice el compañero Pablo Otero). En general, y como me imagino que él ya se esperaba, tengo una opinión bastante negativa, no obstante, también creo que tiene puntos positivos. Pasaré a deslosarlos, intentando como siempre eliminar cualquier tipo de fanatismo en mis opiniones y dar argumentos racionales y contrastados.
Lo malo:
Podemos es en general un fenómeno peligroso. Históricamente ya hemos visto como, ante una crisis grave, campan en occidente los populismos de ambos lados (izquierda y derecha) predicando la llegada de la tierra prometida si ellos ganan. Y ya vimos lo que pasó cuando ellos ganaron.
Podemos simpatiza con ese tipo de ideas utópicas que son peligrosas. Les dejo el beneficio de la duda a Pablo Iglesias y compañía de que piensen que sus ideas se aplican será por el bien común viviremos en una sociedad mejor. Vale, pero históricamente ya sabemos que no funciona. Y no hay que irse tan atrás en el tiempo, el mismo ejemplo de Venezuela (cuya forma de gobernar, que está llevando a la miseria a los venezolanos, simpatizan y defienden), Cuba o Argentina (de Corea del Norte mejor ni hablo).
Hablan de asuntos tan peligrosos como no pagar la deuda (así, directamente) sin explicar las consecuencias que ello tendría, son tibios con el terrorismo de ETA y asumen políticas económicas tan incompatibles e irrealizables como la renta básica ciudadana y la práctica desaparición de los controles fronterizos.
Todo muy bonito, muy políticamente correcto y muy atractivo (por desgracia) para la mayor parte de la población de España, y así vienen los sondeos electorales como vienen.
Pensar que la solución a todos los problemas de España es subirle los impuestos a los ricos es otro error, proveniente de una mente que no parece entender el mundo que le rodea, o de ser puramente un ingenuo. Las grandes fortunas, tienen recursos y poder suficiente para cambiar sus capitales (o sus residencias fiscales) de sitio, sin mucho problema. Si lo hacen ya ahora, ¿Cuánto lo harán sino más si se les presiona fiscalmente en mayor medida?
Si miramos en un ranking, veremos que los países más seguros jurídicamente y que más respetan en patrimonio personal son más prósperos, ¿qué les hace pensar a los de Podemos que en España será al contrario?
Creer que nacionalizando los sectores estratégicos del país se acaba con la corrupción y se trabaja por el bien público, otra ingenuidad. La corrupción seguiría haciéndose desde el gobierno (incluso se incrementaría, dado que el control es total) y lo de trabajar por el bien público, en fin, os invito a recordar la enorme eficacia con la que trabajaron y aún trabajan los monopolios estatales.
Creo que la idea se entiende, podría extenderme infinitamente pero no es cuestión.
Lo bueno:
En general ha despertado conciencias y ha espabilado a la gente, especialmente a los políticos de los dos principales partidos (PP-PSOE) que han visto el hostión que se van a dar y se están espabilando, o intentándolo al menos.
Han demostrado que hay otra forma de hacer política, de comunicar y de conectar con la mayoría de la población. Hablan de lo que afecta e interesa a la mayoría de la gente, y no están en el establishment, y eso por definición ya me gusta.
Luego, supongo que en las ideas libertarias de sociedad civil podamos coincidir en algo (legalización de drogas) o en la regeneración democrática, eliminación de privilegios y de poder político, mecanismos de democracia directa, etc. Creo que están mucho más conectados con la sociedad actual y con la que viene que los partidos "Clasicos" (PP, PSOE, incluso CiU o hasta PNV si me apuras).
Conclusión:
Aunque no todo es malo, y tiene algunos destellos positivos, Podemos es peligroso y cuanto menos poder concentre, mucho mejor. Les dejo el beneficio de la duda de que estén bienintencionados en los argumentos que proponen, pero sin duda son de dudosa o imposible aplicación efectiva. La mayoría de ellas no resolverían los problemas que pretenden solucionar.
Sólo espero que en España podamos tener la suficiente madurez política que por desgracia no tuvieron en Venezuela ni Argentina (y así les luce el pelo).
Aunque las encuestas nos dicen lo contrario. Ya veremos como sigue esto.
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